1. LA OCA

Escondido tras un muro de silencio
me deslizo como el vómito de un preso
pa’ llegar a territorio conocido
donde el polvo es nuestro único alimento.

Somos ratas en enjambres de cemento
cada una va buscando su veneno
el cerebro ahora es un mero objeto
al que solo le metemos mil tormentos.

Enganchado en los alambres de espino
desangrado como un pollo acribillado a tiros
malherido por los cortes de mis enemigos
destruido por las noches que duran infinito.

Y esto no es el juego de la oca
y tiro, y tiro, aunque ya no me toca
y esto no es un juego es otra cosa
y le pego disparos a mi cabeza loca.

Taponando mis sentidos a escondidas
voy huyendo de miradas conflictivas
pa’ acabar en mis grilletes de oro puro
donde soy mi juez, mi preso y mi verdugo.

Somos zombis disfrazados de personas
vamos buscando carroña a todas horas
los sueños ahora son impedimentos
pa’ poder seguir viviendo como muertos.

Engullido en las arenas movedizas
ahogado como mierda de millones de letrinas
expulsado del reflejo del espejo
enterrado en los rincones de cientos de techos.

Y esto no es el juego de la oca
y tiro, y tiro, aunque ya no me toca
y esto no es un juego es otra cosa
y le pego disparos, a mi cabeza loca.

Ay, ay, ay…