9. AMOR DE MADRE

Sonriente y orgullosa
y en la cara cicatrices
y en el alma tatuajes
que me cuentan
que la vida son dos días
y uno es p´aguantar los palos
y el otro para que curen las heridas.

Naciste en una posguerra
has crecido en una dictadura
has pasado más hambre que un perro sin ciego
y tu infancia duró un año y medio.

Y te he visto llorar pocas veces
y te he visto luchar muchas más
y te he visto enfrentarte a la muerte
y mirarle a la cara y romperle los dientes.

Y por eso te quiero cantar
porque estoy orgulloso de ti
por todas las noches en vela por mi
por tó lo que te he hecho sufrir.

Cuando me sienta más sólo
que un mendigo en una acera,
cuando todo el mundo sepa mis miserias.

Cuando me sienta más sólo
que un borracho y su botella,
cuando ya no corra sangre por mis venas.

Cuando no me quiera nadie
y se me pudra hasta la pena
sé que siempre te tendré a ti,
mi vieja.

Descarada analfabeta
pero te comías las letras
y a tus hijos
que no les faltara tinta,
pa que nunca
les rozara tu pasado
pa que nunca fueran menos que cualquiera.

Supiste coger la fregona
e intentaste apretar bien los dientes
no pudiste callarte la boca
y es que, a ver quien puede atar a una ola.

Ni las ostias de los señoritos
ni el desprecio de los más pudientes
consiguieron doblar tus rodillas
ni que agacharas tu frente de niña.

Y por eso te quiero cantar
porque soy un pedazo de ti
porque tengo tu guasa, tu rabía y pasión
y por  ti me late el corazón.

Cuando me sienta más sólo
que un mendigo en una acera,
cuando todo el mundo sepa mis miserias.

Cuando me sienta más sólo
que un borracho y su botella,
cuando ya no corra sangre por mis venas.

Cuando no me quiera nadie
y se me pudra hasta la pena
sé que siempre te tendré a ti,
mi vieja.