10. ADIÓS

Maldita despedida inacabada
rebotando en mi interior como una bala
no pude juntarla a un ‘te quiero’
ni susurrártela al oído en este infierno.
Pequeña y diminuta palabra
encajada entre el alma y la garganta
dos sílabas carentes de sentido
cuando la vida fluía como el agua.
Ahora que reina el sinsentido
y veo que la humanidad se hunde
cambiaría todo el oro de este mundo
por besarte solamente un segundo.
Ojalá te roce esta canción
que es lo único que tengo.
No te puedo dar valor
solo tengo cuatro acordes
que organizo como puedo.

Ojalá se fundan mis palabras
con tu pena y con tu llanto.
No te puedo dar calor
solo tengo melodías
que te doy por si te valen
en tu noche más fría.
Insulso y repetido vocablo
metido en las entrañas como un clavo
dos golpes fonéticos de mierda
que siempre hemos usado a la ligera.
En estos momentos de locura
que siento que la pena no se cura
saltaría por encima de las leyes
para darte el abrazo que mereces.
ESTRIBILLO
ojalá me puedas notaR
ojalá te llegue mi voz
ojalá que puedas sentir
mi último adiós.